TINTA Y VINILO, S.L. cuenta con un gran equipo de expertos encargados de todo el proceso que un taller de serigrafía e impresión digital necesita. Desde el apartado de diseño gráfico, donde hay varias personas responsables de componer y preparar toda la cartelería, hasta el aspecto de paquetería, en el que cada día tratamos de mejorar el embalaje y la presentación de nuestros envíos para elevar el aspecto exterior de TINTA Y VINILO S.L. a cotas nunca antes vistas.

Para comenzar el proceso de la serigrafía, se necesita toda la documentación básica acerca del producto final. Colores, medidas, material y cantidades. Este último aspecto es muy importante ya que todo el mecanismo del taller funciona igual para fabricar veinticinco unidades o dos mil.

Una vez se conocen todas las indicaciones necesarias, el departamento de diseño gráfico se encarga de abocetar y preparar una muestra, ya sea en un archivo pdf o, en casos muy concretos, se termina una muestra con todos los detalles para la presentación a usted, el cliente. Una vez se da el visto bueno al boceto o la muestra, se comienza a preparar en taller.

Según la cantidad y las especificaciones técnicas, el proceso se divide en dos partes:

-Impresión digital

La impresión digital se utiliza para cartelería sencilla, pocas unidades, con mucha cantidad de color o de recorte de vinilo para aplicar sobre PVC y aluminio.

-Serigrafía

El proceso de serigrafía es más largo, pero pensado para desarrollar grandes tiradas de material y presentar acabados más duraderos.

Siguiendo con el proceso que conlleva la serigrafía, tras el visto bueno del cliente y, según las especificaciones, ya se ha decidido si el trabajo será en impresión digital o serigrafía (todo acordado con usted), se imprime el fotolito. El fotolito es una impresión en alta calidad que se necesita para poder preparar las pantallas serigráficas.

Las pantallas serigráficas son marcos de aluminio o madera que presentan una tensa tela de diferente grosor. El grosor de la tela definirá la cantidad de tinta que se deposita en cada pieza del material. Por ejemplo: para realizar una señal de extintor, se necesita una pantalla de entre 100 y 120 hilos para poder imprimir el color rojo, pero, para conseguir que el luminiscente cumpla normativa, no se debe realizar la impresión con una pantalla que supere los 50 hilos para clase B y 40 para clase A.

Una vez la pantalla se encuentre terminada, se procede a la tirada. Se coloca en la máquina de serigrafía y se escoge con cuidado una regleta y una contra, que son las encargadas de marcar la pieza y recoger la tinta sobrante.

Con la tirada terminada y todos los colores impresos, se procede al corte de las piezas según los tacones y las especificaciones establecidas. Acabado el proceso de corte, las unidades se llevan al departamento de packaging para un exhaustivo recuento y repaso por parte del responsable de calidad.

Finalmente, el pedido se prepara, se envuelve con cuidado y es entregado al repartidor para su posterior entrega en un margen de 24/48 horas.

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